Tarjetas RFID
¿Qué son las tarjetas RFID?
El término RFID proviene de “identificación por radiofrecuencia”, y se refiere al sistema que emplean estas tarjetas. Estos dispositivos se basan en ondas de radio para leer, transmitir y capturar información almacenada en una etiqueta adherida a ellas. Por esta razón, se aplican en diversas áreas, especialmente para identificación y acceso a instalaciones, así como para realizar operaciones como pagos electrónicos.
Como los sistemas RFID son tan accesibles, se utilizan para una amplia gama de finalidades, tales como las siguientes:
- Pagos sin contacto (“contact-less”) o tarjetas de pago.
- Seguimiento de mascotas.
- Tarjetas-llave.
- Tarjetas de tiempo.
- Código de barras.
- Gestión de inventarios.
- Pasaportes.
- Seguimiento de personas.
- Otras cuestiones de seguridad.
Son muy numerosas las ventajas asociadas al uso de la tecnología RFID en relación con otras soluciones similares:
- Compatibilidad con otras tecnologías.
- Posibilita la identificación y localización de artículos de una manera inmediata, precisa y automática, en cualquier dispositivo y en cualquier parte del mundo.
- Lectura en menos tiempo y con total precisión.
- Mejora del flujo de caja.
- Reducción de los gastos generales en las operaciones que permiten estas tarjetas.
- Máxima seguridad de estas piezas al ser difícilmente reproducidas de manera
- Identificación precisa y rápida de los datos contenidos en la tarjeta.
- Recurso fácilmente transportable por parte de sus titulares, en una cartera o un bolso, sin ningún problema.
- Mejor utilización de los activos.
¿Qué implica la tecnología RFID?
La tecnología RFID se compone principalmente de un lector y una etiqueta. El lector, también conocido como interrogador, utiliza un transmisor/receptor de radio bidireccional para enviar una señal y comunicarse con la etiqueta cercana. A su vez, la etiqueta devuelve la información almacenada en su chip.
Este sistema forma parte de los conocidos sistemas de Auto ID (identificación automática).
Las etiquetas RFID son diminutos dispositivos similares a pegatinas que se adhieren a productos, animales o personas, o se incorporan a tarjetas. Cada etiqueta consta de un microchip que almacena la información y una antena que transmite la señal de radio.
Una etiqueta estándar pasiva suele tener una capacidad de almacenamiento de aproximadamente un KB, suficiente para datos como el nombre del titular, detalles de la tarjeta y la dirección.